lunes, 2 de mayo de 2016

Las letanías lauretanas son las letanías más difundidas como forma de alabanza y de súplica a María, madre de Jesús de Nazaret. Etimológicamente la palabra letanía proviene del vocablo griego litanéia que significa súplica, rogativa u oración de súplica.





Las letanías a los santos se originaron en el siglo VII, y las relativas a María se multiplicaron progresivamente en distintas Iglesias cristianas. El decreto Quoniam multi (1601) del papa Clemente VIII aprobó específicamente las letanías lauretanas,2 ya testimoniadas por un manuscrito del siglo XII,1 y que deben su nombre a la advocación de la Virgen de Loreto, cuyo santuario constituyó el ámbito en que se desarrollaron.